NAVAJA SOLSONESA HERREROS

 

En una mano esta preciosidad de navaja solsonesa en la otra mano un buen pan casero, pegando al personaje una buena bota de vino tinto, en su defecto una botella, no muy lejos de él, una generosa cuña de queso manchego de oveja, en compañía de una ristra de dos o tres chorizos curados, solo cortar y comer, y a una distancia prudencial unas parrillas que contienen unas chuletas de palo de cordero bien apretadas para que quepan más, apoyadas estas en unas ascuas de una lumbre de sarmientos, todo esto envuelto en una mañana campestre  del frio del invierno manchego.

Viendo trabajar a José Antonio Herreros, lo imagino disfrutando de su trabajo y recreando en su mente la hermosa escena anterior, para que los que después sean poseedores de esta navaja solsonesa puedan vivirla en la realidad.

Jose Antonio Herreros con su gran maestría ha creado esta navaja solsonesa inspirada en la navaja Palleres de Solsona (Lleida), con un cabo de cebú con unas vetas claras-oscuras, claveteadas por latón y acero inoxidable y con unas tapetas de latón muy bien adornadas, seguidas de unos forros de acero inoxidable igualmente adornados, como el muelle y la palanquilla rodea. La hoja punta solsonesa también adornada, de acero inoxidable 440C de 9cm de longitud y un espesor de 3mm; la longitud total de la navaja es de 20cm y con un peso de 97gr; en definitiva esta pieza es un claro ejemplo de la navaja Herreros, el adorno excesivo en general y el ajuste perfecto de cada uno de sus componentes, que hacen una navaja compacta y bella.

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