domingo, 27 de octubre de 2013

MARINERAS

Parece ser que el motivo de que las hojas de estas navajas no tengan  punta, o la característica de que estas navajas sean de punta cortada, es debido a que en el pasado los capitanes de los barcos obligaban a los marineros a cortar la punta de la navaja que portaban, el motivo de esto era evitar las muertes en peleas o rencillas que surgían durante la travesía. Se reducían las muertes y a lo sumo quedaban en cortes con sangre, también es cierto, que la ausencia de punta era por lógica, la embarcación no era estable y el ron abundante por lo tanto las caídas eran frecuentes y normales y en una de estas podían clavarse dichas navajas.
También la navaja era distinta según el puesto que se ocupaba en el barco, por ejemplo había un puesto que era el “gaviero” en el cual, su navaja no tenía punta pero su hoja era más gruesa de lo normal ya que con ella realizaba trabajos más duros.
Lo que si es cierto es que tanto en el pasado como en el presente la navaja marinera es imprescindible en los bolsillos de esta gente de mar, por que la utilizaban y la utilizan casi para todo: almorzar, tallar, cortar cabos, confeccionar su propia ropa y muchos más usos variados.
Estas navajas no llevan clip de sujeción y para eso es imprescindible una buena funda para la compañera de faenas, quedando así bien sujeta al cinto. Hay artesanos  que se dedican exclusivamente a hacer fundas  para estas navajas logrando verdaderas obras de arte.

La calidad de estas navaja pueden estar entre las mas humildes o normales que son las de fornitura de aluminio que prácticamente es la misma en todas las navajas y sus cachas mas frecuentes son de plástico negro o de madera, también pudiendo ser de asta de toro.
Sus hojas son de acero inox y los tipos son: punta espada o machete, cortada, y pico loro, La medida de la hoja puede estar entre 75 mm a 90 mm, con una sección de 1.8 mm a 2 mm.
Otra característica de estas navajas además de sus hojas es la “ancla” de aluminio o latón   encastrada y centrada en la cacha.

Abiertas pueden llegar a medir entre 180 mm y 195 mm con un peso de 50 a 80 g.

De las que muestro, la gran mayoría son de importación pero también las hay, aunque su punzón no se vea, de Celaya, Zafrilla, J. Roncero,Aitor (Redero) y de la Escuela de Cuchillería de Albacete.












ESCUELA DE CUCHILLERIA DE ALBACETE

ESCUELA DE CUCHILLERIA DE ALBACETE

ESCUELA DE CUCHILLERIA DE ALBACETE

ESCUELA DE CUCHILLERIA DE ALBACETE

Hay también una clase de navaja marinera que son multiusos. Están las portuguesas muy bonitas con las cachas de asta toro y también de madera, pero en este caso presento una navaja en su totalidad de acero inox. cachas, remaches, hojas y otros usos. La marca es Crossnar, (Pielcu), con una hoja de 65 mm, abierta 150 mm, con un peso de 90 g. Una navaja de batalla, dura y fuerte.





Otro cantar es la navaja tradicional marinera francesa “Le London”  es una pieza de  calidad donde se demuestra el buen hacer de algunos fabricantes. Es una mezcla de dura, fuerte, sobria,  preparada para la batalla y para el trabajo en el mar, pero también sus líneas y textura son suaves y elegantes, el nivel de acabado es estupendo rozando la perfección, cuidando muy, muy bien todos los detalles.

La hoja de pico loro y de acero inox. 12C27 de 85 mm, de largo con una sección de 3 mm, con un amolado recto perfecto, y un filo que da miedo “muerde”; hasta el uñero esta hecho con unas dimensiones que facilita mucho la apertura de la navaja.
Las cachas son de asta no sabría decir si de muflon o búfalo, con unas mechas y tonalidades muy bonitas, centrada y encastrada en una de ellas, se encuentra una de las anclas de latón más bella y cuidada en detalles que pueda portar una navaja marinera.
Las virolas macizas y los forros son de acero inox. pulido mate, también todos los remaches.
El muelle también es de acero inox. fuerte y contundente y con un ajuste perfecto.
La navaja abierta mide 190 mm, con un peso de 106 g, acompañada con una buena funda de cuero negro muy bien trabajada, para llevarla en el cinto.
Según los foros, solo tiene un defecto, que es la falta de un agujero del cabo para un cordón fiador o en su caso una argolla, personalmente opino que así esta muy bien y el que quiera agujero que se lo haga.
En definitiva una navaja con una calidad extrema que cualquier marinero quisiera llevarla en su cinto para disfrutar de ella toda la vida.




















martes, 1 de octubre de 2013

GOLOSINAS DE PISTON

Como dicen algunos coleccionistas de navajas, estas piezas que os presento ahora, están para comérselas como caramelos o golosinas, por lo pequeñas, por los colores, por los adornos, en definitiva por lo bonicas que son, que dan ganas como he dicho antes de  comérselas.

Estas navajas de pistón, con un fuerte muelle son las llamadas fruteras y también de fornitura. Normalmente tanto los forros como las virolas son de fundición metálica, pero también la fornitura puede ser por piezas sueltas hechas por troqueles de corte metálico.

En este caso las voy a distinguir en dos grupos, uno las hechas aquí en Albacete por artesanos y fabricantes albaceteños y otro las de exportación que normalmente son hechas en china.

Las del primer grupo, las albaceteñas debo dividirlo en dos, uno que tienen como artesanos a Santos, Fernández y alguna sin marca. Todas estas tienen las virolas y los forros hechos por fundición de aluminio unidos entre si, las cachas pueden variar entre nacarinas, asta de toro, y de madera. Las hojas que normalmente en este  tipo de navajas son de acero carbono, en este caso son todas de acero inox., de 70 mm a 65 mm y 1.6 mm de espesor, el filo es un filo normal de fábrica al que no le vendría mal otro afilado. El ajuste de las mismas es normal, con un cierto roce de la hoja con las virolas a la apertura y al cierre. Abiertas miden entre 160 mm y 150 mm, con un peso entre 30 y los 22 g.









Y otro grupo que seria las fabricadas por Celaya. Celaya en mi opinión ha hecho, si no la mejor, una de las mejores navajas de tipo pistón de clase frutera que ahora mismo esta en el mercado, con respecto a precio calidad.

Esta navaja bolsillera en su totalidad cerrada 90 mm, abierta 160 mm, con un peso que puede variar entre 30 y 40 g, el ajuste de la hoja con el muelle con la navaja abierta no es el que yo desearía, pero bueno..., la fuerza del muelle es la perfecta ni muy fuerte y tampoco fofo, la justa, la apertura y el cierre de la navaja es suave y contundente. Las cachas tanto de toro, ciervo y olivo se han tratado con un ajuste y una elaboración muy buena. Las hojas tipo machete de acero inox., mate de 70 mm y 1.6 mm de espesor, tienen un corte perfecto, hasta la uñeta tiene la medida perfecta. Los forros y las virolas son de fundición de aluminio en los tres casos. En definitiva una navaja frutera para toda la vida.












En el segundo grupo las de exportación aparentemente tienen muy buena pinta y calidad mas robustas por así decirlo que las hechas aquí en Albacete. Sus cachas de celuloide con la variedad de colores y formas las hacen muy bonitas. Estas al contrario de las albaceteñas, las virolas y los forros van separados y son de acero macizo, por eso la navaja es mas pesada, van de 51 a 36 g Las hojas son de acero inox., de forma machete de 60, 65 y 70 mm y 1.7 mm de espesor, es en este punto donde en estas navajas surge la duda de la dureza o el temple de dichas hojas. Abiertas miden de 132, 147 y 157 mm. Las cachas como he dicho antes son de celuloide y de madera prensada bien ajustadas a la navaja. Con remaches de latón y un muelle nada fuerte, más bien  suave, sin llegar a flojo. Salvo por la duda del acero de las hojas estas navajas están bien elaboradas y para mi aparentemente tienen una buena calidad.


 





Lamentablemente la criminalización de la navaja ha llegado hasta tal punto, que llevar una de estas navajas en el bolsillo, para alguna gente sea  motivo de extrañeza y en algunas ocasiones nos podría acarrear problemas con las autoridades, cuando opino yo, que estas navajas no deberían faltar en los bolsillos, porque son las que nos sacan de cualquier apuro cotidiano que se presenta día a día.

A principios del siglo XIX estas navajas “las fruteras”  eran utilizadas ya no solo por las clases sociales  mas bajas como los agricultores o los ganaderos sino que también las portaban las clases altas, la nobleza o la burguesía haciendo de ellas, por tanto,  verdaderas joyas.